La formación de una pareja va más allá de un proceso dependiente del azar o el destino. Es el resultado del encuentro de dos personas con patrones relacionales que encajan en apariencia, aunque frecuentemente esos patrones sean disfuncionales.
Para saber por qué no funcionan las relaciones de pareja es importante dejar de mirar fuera para mirar dentro de uno mismo. Si la persona es capaz de revisar y cambiar lo que no funciona, tiene más probabilidades de encontrarse en un futuro con personas con las que ser feliz.
El objetivo del grupo es poder descifrar los patrones relacionales que han impedido que una persona pueda encontrar otras con las que encajar, mientras se adquieren nuevas herramientas que otorguen más probabilidades de éxito en futuras experiencias.
Periodicidad: semanal.